Mafia Designs
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Últimos temas
» Cronología actual
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeMiér Mayo 12, 2021 11:19 am por Woo Je In

» Post de rol Henry
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeMiér Abr 28, 2021 9:49 am por Woo Je In

» Searching, OMG!
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeJue Ago 17, 2017 10:42 am por Song Eun Woo

» ACTIVIDAD "DEMOSTREMOS NUESTRA AMISTAD" (?)
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeDom Jul 30, 2017 12:41 am por Song Eun Woo

» CALENDARIO AGOSTO 2017
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeDom Jul 30, 2017 12:31 am por Song Eun Woo

» ACTIVIDAD F3
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeSáb Jul 15, 2017 7:52 pm por Woo Je In

» Nkgy
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeMiér Jul 05, 2017 3:50 pm por Song Eun Woo

» Bruja x Namjoon
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeDom Mayo 07, 2017 1:02 pm por Woo Je In

» This one is blank
La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Icon_minitimeLun Mar 13, 2017 12:30 pm por Song Eun Woo

Anuncios

    No hay anuncios disponibles.


    La pequeña Jung y Mr. Ajhussi

    Ir abajo

    La pequeña Jung y Mr. Ajhussi  Empty La pequeña Jung y Mr. Ajhussi

    Mensaje por Woo Je In Lun Abr 20, 2015 7:01 pm

      Fisiología… fisiología – donde estaba ese libro, ¿dónde? Algo tan preciado y había logrado perderlo tan fácilmente, había ya pasado por el librero de mi acogedor apartamento, el librero de mi verdadero hogar –el consultorio del hospital–, lo había buscado ya prácticamente por todos lados y no lograba encontrarlo. Debido  a que no lo encontraba, lógicamente era un libro que debía remplazar, era de mis libros favoritos, quizás podría encontrarlo en alguna librería o en primera estancia de una biblioteca, no podría asegurar si me lo venderían, pero mínimo podría leerlo una vez más. Cerré cuidadosamente el libro que sujetaba entre mis manos, los libros se deben cuidar, son sagrados. “El hombre equivocado” de mis autores favoritos Jhon Katzenbach un thriller sobre un padre invadiendo la privacidad de su hija, una señorita, y un hombre acosador ¿entretenido, no? Quizás el nombre sonaba de novela dramática, pero realmente era un muy buen libro. Lo coloqué en la pequeña mesa que se encontraba al lado del sofá en el que me encontraba sentado y me puse de pie apoyando mis manos en mis rodillas para darme impulso – … ya estoy viejo – susurré, aunque a quien engaño, vivo solo, puedo decir lo que quiera y nadie me escucharía, lo cual era maravilloso, debía comprarme un conejo. Caminé lentamente hasta mi habitación para colocarme otro conjunto de ropa e ir en búsqueda de mi preciado libro. Entrando a mi habitación observando lo oscura que se encontraba y el cómo batallaba al levantarme por las mañanas aunque el simple hecho de pensar estar en urgencias, me animaba tanto que lograba levantarme al instante. Me observé al espejo y me di cuenta que no estaba tan mal vestido para salir a la biblioteca, llevaba puesto un pantalón café en un tono bajo con una camisa azul de un tono más fuerte, supongo que estaba bien para salir. 
     
    Ya en el estacionamiento del edificio donde se encontraba mi “hogar” estaba en búsqueda de mi automóvil, debía dejar de ser tan olvidadizo con ciertas cosas. “¡Ah!, llevo conmigo un control para cerrar y abrir el auto, cierto” comencé a picar el botón que marcaba un candado cerrado y al instante la alarma de un auto empezó a resonar en el eco del estacionamiento subterráneo – ahí estás – caminé hasta donde se encontraba mi auto, aquel que había comprado por mera pereza de caminar o tomar el transporte público hasta el hospital, aquel que había cambiado después de ver la película de Transformers, mi pequeño – debes dejar de perderte tanto Bumb hablé con mi auto quien lógicamente no me contestó, subí a el y me dediqué a encenderlo y tomar camino hasta la biblioteca, no tan lejos, no tan cerca, ¿dónde había visto alguna? Iba con todos mis sentidos manejando, observando los retrovisores para meterme entre los autos y observando la acera en busca de alguna biblioteca… y ahí estaba, aquella biblioteca del preciado instituto, sabía que debía recordar por donde estaba,  la casa de los libros, ahí debía estar el libro que necesitaba. Tomé la vuelta hasta el lugar y busqué algún lugar para estacionarme, parecía un hermoso… palacio, nada mejor que estar leyendo en este lugar. Bajé de mi automóvil después de quitar la llave – nos vemos en un rato Bumb dije a mi preciado auto. Al entrar por las puertas de aquel anteriormente llamado por mí mismo “palacio” fue totalmente un insulto esto era más que un palacio de libros; me dirigí hacía un gran mostrador donde se encontraban ciertas chicas ayudantes de la biblioteca – Buenas tardes, ¿el área de medicina? – pregunté educadamente a una se las señoritas detrás del mostrador quien amablemente me indicó que estaba en el segundo piso del establecimiento hacía la izquierda – Gracias – respondí a la señorita con una leve sonrisa, encaminándome hacía las escaleras.
     
    Y al ver la gran área de medicina con la que contaba esta biblioteca simplemente quería llorar de pura felicidad. Me concentré un buen rato en buscar específicamente el área de fisiología hasta encontrarla, teniendo éxito en la búsqueda. Me entretuve un buen tiempo mientras encontraba el libro que me era necesario, y bueno, era el paraíso, estaba el libro que necesitaba en todas sus ediciones, definitivamente debía leer todas y cada una esas ediciones. Empecé tomando la primera edición, tomé el libro y me senté en una de las grandes mesas que había al centro de específicamente cada área de la biblioteca. – Índice – susurré esa palabra mientras la leía y empecé a sumergirme en lo bello que es la fisiología. Hasta que llevaba tan solo cuarenta páginas y con mi vista periférica logré ver que alguien se había sentado frente a mí, en la misma mesa. Levanté mi vista y logré observar que era una chica de mediana edad. Volví mi vista al libro para continuar leyendo la belleza humana. Página setenta y decidí que era tiempo de llevarme esta edición y la segunda a casa. Cerré cariñosamente el libro y me puse de pie, logrando observar como la chica estaba un tanto estresada leyendo un libro en específico cuando tenía otros cuatro apilados a su lado; alcancé a ver que leía fisiología. Claro, estaba en el área de medicina. Quizás era una estudiante, y probablemente podría ayudarle, si buscaba era porque tenía una duda ¿no? – Disculpe molestarle señorita, veo que está frustrada y lee fisiología  ¿podría ayudarle en algo? – pregunté acercándome un poco mientras sostenía el libro en una de mis manos, y cuando la señorita alzó el rostro, los recuerdos vinieron a mí.
    << – Doc, entonces ¿cuáles dijo que son los signos vitales de un persona adulta? –


      –  TA 120/80 , F.C un rango de  60 – 120, F.R un rango de 12 – 20 respiraciones, Oxigenación arriba del 95% a menos que tenga alguna enfermedad y temperatura de 36.5° – 37°, los anteriores como la F.C, F.R. se cuentan por minuto 

    – Ah, gracias doc –

     Y yo había continuado dando mi plática amenamente llegando al tema de enfermedades más comunes en los huesos.

    –   Como podrán ver en esta radiografía – apunté con uno de mis dedos a una radiografía que se encontraba proyectando en el pizarrón electrónico lógicamente con los datos del paciente protegidos, no podíamos dar a conocer datos y era ya una radiografía vieja – este es uno de los problemas que se podría considerar dentro de los más comunes de los huesos, este problema se encuentra en la columna vertebral, esto  puede encontrarse en lo que es a la altura de las vértebras dorsales y a la altura de las vértebras lumbares, esto es llamada escoliosis o desviación de columna vertebral –

    –  Doc, ¿cómo se puede desviar la columna? – nuevamente esa señorita me hacía preguntas, esa señorita es… interesante. >>
     
    Aquella señorita había hecho infinidad de preguntas cuando había ido a dar una plática a una reconocida institución de estudios, sin embargo las preguntas que la pequeña había hecho eran bastante interesantes y era tanta su curiosidad que incluso me siguió fuera de su aula y decidió conversar un corto tiempo conmigo.

    – 
    ¡Oh! Usted, es la señorita curiosa de su clase – dije asintiendo lentamente con mi cabeza y una sonrisa – ¿Algo en lo que la pueda ayudar… Señorita Jung?
    Woo Je In
    Woo Je In

    Mensajes : 105
    Fecha de inscripción : 25/08/2013
    Edad : 26
    Localización : Cerca de tu ventrículo izquierdo-

    Volver arriba Ir abajo

    Volver arriba


     
    Permisos de este foro:
    No puedes responder a temas en este foro.